SANTO DOMINGO.-Para la mayoría de ellos las multas que les colocan los agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) no son más que molestias y abusos en su contra.
Para el resto de los conductores, e incluso de los peatones, representan un peligro viviente.
Se trata de los repartidores de paquetes que utilizan motocicletas para hacer su trabajo o, como se les llama popularmente por el término inglés: deliveries.
El delivery conduce de manera temeraria, transita en vía contraria, hace uso de túneles y elevados, obstruye el paso peatonal, utiliza el celular, conduce a exceso de velocidad y rompe con frecuencia los espejos retrovisores de carros, camionetas y yipetas.
Todo esto ante los ojos impotentes de los de la Digesett y el cansancio tolerante de las patrullas policiales.
Y es que el número de deliveries se ha disparado en proporcionalidad al crecimiento de las ciudades en República Dominicana y a la llegada de la Covid-19, no así con los agentes del orden por lo que, a menos que se trate de un operativo o una elección selectiva del momento, las contravenciones pasan de largo.
Número de muertes
El caso es grave si se toma en cuenta que el 69 % de las muertes por accidentes de tránsito durante el año 2021 estuvo asociada a choques en motocicletas. En total fueron 1,857 fallecidos de los cuales 1,293 eran conductores o pasajeros de motor.
Las motocicletas representan el 55.7 % de los vehículos de motor en el país, con 2.6 millones contabilizadas al 31 de diciembre del 2020 y una media de crecimiento anual del 5 %.
Los agentes de la Digesett muchas veces se ven forzados a dejar pasar infracciones.
De ese grupo, no está claro cuántos de estas son utilizadas para servicios de entrega, aunque a todas luces son mayoría.
Caso es más grave
Si bien ya es muy grave el conducir violentando la Ley de Tránsito, al fenómeno social se añaden otros elementos igualmente preocupantes.
Estafas, robos y adulteración de lo comprado se encuentran entre las denuncias más recurrentes de los usuarios consultados.
“Yo mandé a pedir un sushi. Inmediatamente el restaurante concluye de preparar el pedido y hace la entrega al delivery, este le da a confirmar.
Es decir, lo reportó como entregado.
Me hicieron el descuento de la tarjeta de crédito y nunca supe el nombre de la persona porque lo hizo inmediatamente recibió el paquete y no nos dio tiempo a confirmar su identidad”, señala Beatriz Vásquez, una usuaria de Pedidos Ya.
José Antonio Aybar, editor de El Nacional, comenta que tras realizar un pedido que incluía dieciséis piezas de pollo solo llegaron ocho.
“Cuando reclamé a la compañía intentaron darme un bono que no equivalía a lo sustraído y entonces, porque me regué por las redes, me lo dieron completo”. Aybar dijo que el pedido no se veía adulterado “porque ellos hacen sus cosas muy bien”.
Intento estafa
Al periodista Troi Orlando Espejo le pasó algo más complejo. Comenta que un domingo de mañana, mientras se dirigía con su familia al Centro Olímpico, se percató de que alguien estaba golpeando el vehículo con sus manos.
“Al desmontarme observé a dos jóvenes con identificadores de Pedidos Ya.
Uno de ellos era quien golpeaba mi guagua mientras que el otro yacía en el suelo, vociferando que le había chocado”, dice.
Notó inmediatamente que algo andaba mal, por lo que procedió a parquear el vehículo a mitad de calle para llamar la atención, ya que no había mucho tránsito.
“Luego llegó un tercero en un segundo motor diciendo que él había visto el choque y tildándome de abusador. Mientras discutían, unos agentes de la Digesett llegaron al lugar y después de entregarles mi documentación, les exigí hicieran lo mismo con los denunciantes”.
Espejo afirma que eso fue todo. “El que estaba acostado en el pavimento se sanó, se subió al motor y emprendió su camino junto al resto. Obviamente, lo que perseguían era que les diera dinero”, concluye.
En el país han proliferado las compañías de entrega rápida de pedidos a través de las motos. La pandemia ha hecho su parte, logrando que el habitante de la ciudad asimile la economía que representa el envío de un paquete sin necesidad de trasladarse al lugar de despacho.
Sobre el servicio
—1— Comunes
Las aplicaciones más demandadas son la estadounidense Uber, la uruguaya Pedidos Ya, la española Glovo y Didi.
—2— Exigencias
Los requisitos de registro, salvo contadas variaciones, suelen ser similares.
—3— Particularidad
Uber pide mayoría de edad, licencia, matrícula y seguro. Una mochila que cuesta RD$1,250.
Tomado de El Día